Probablemente dentro de pocos años todos ellos se habrán convertido en viviendas, y lamentablemente en la mayoría de los casos no se respetará la estética original tan característica de los pajares, y se construirán horribles chalets con frisos marmolados o peor aun, bloques de pisos.
Para ayudar a que estos legados del pasado agrario del Valle del Lozoya no caigan en en el olvido, hemos hecho algunas fotos de estos rincones tan deliciosos.